Díaz, Frida; Barriga, Arceo; Hernández Rojas, Gerardo; “Estrategias docentes para un aprendizaje significativo”; Mac GrW Hill; 2002.
El aprendizaje de diversos contenidos curriculares
Los contenidos que se enseñan en los currículos de todos los niveles educativos pueden agruparse en tres áreas básicas: conocimiento declarativo, procedimental y actitudianal.
Respecto al conocimiento declarativo, podemos definir el saber qué como aquella competencia referida al conocimiento de datos, hechos, conceptos y principios. El conocimiento declarativo es un saber que dice, que declara por medio del lenguaje. Dentro de éste conocimiento, puede hacerse una importante distinción: el conocimiento factual y el conocimiento conceptual.
El conocimiento factual es el que hace referencia a los datos y hechos que proporcionan información verbal.
El conocimiento conceptual es más complejo que el factual. Ya que se constituye a partir del aprendizaje de conceptos, principios y explicaciones, en este caso no es de forma literal. Sino abstrayendo su significado esencial o identificando las características.
Los mecanismos que ocurren para los casos del aprendizaje de hechos y el aprendizaje de conceptos son diferentes. El aprendizaje factual se logra por
Una asimilación literal sin comprensión de la información, reproducida memorística, y donde poco importan los conocimientos previos.
Para promover el aprendizaje conceptual es necesario que los materiales de aprendizaje se organicen y estructuren correctamente.
El aprendizaje de contenidos procedimentales
El saber hacer o saber procedimental es aquel cocimiento que se refiere a la ejecución de procedimientos, estrategias, técnicas, habilidades, destrezas, métodos, etc. Podríamos decir que es de tipo práctico.
Los procedimientos pueden ser definidos como un conjunto de acciones ordenadas y dirigidas hacia la consecución de una meta determinada.
Tomando como referente a Vallas, durante el aprendizaje de procedimientos es importante clarificarse al aprendiz:
-La meta a lograr,
-la secuencia de acciones a realizar, y
-la evolución temporal de las mismas.
Este tipo de aprendizaje ocurre en etapas:
1-La apropiación de datos relevantes respecto a la tarea y sus condiciones.
2-La actuación y ejecución del procedimiento, donde a la inicio el aprendiz procede por tanteo y error, mientras el docente lo va corrigiendo. En este caso se llega a manejar un doble código: declarativo y procedimental.
3-La automatización del procedimiento.
4-El perfeccionamiento indefinido del procedimiento, no hay final. Se marca claramente la diferencia entre un experto y un novato.
En la enseñanza es importante que los aprendices se confronten con los errores, ya que de ellos también los ayudan reestructurar el nuevo conocimiento. Por consiguiente, hay que revisar las condiciones que limitan o favorecen la realización del procedimiento y las situaciones conflictivas más comunes que se van enfrentar.
Por otro lado, pero en la misma línea, el aprendizaje de los procedimientos, implica un proceso gradual en el que deben considerarse varias dimensiones:
1-De una etapa inicial de ejecución insegura, lenta e inexperta, hasta una ejecución rápida y experta.
2-De la ejecución del procedimiento realizada con un alto nivel de control consciente, hasta la ejecución con un bajo nivel de atención consciente y una realización casi automática.
3-De una ejecución con esfuerzos, de ordenada y sujeta al talento por ensayo y error de los pasos del procedimiento, hasta una ejecución articulada, ordenada y regida por representaciones simbólicas.
4-De una comprensión incipiente de los pasos y de la meta que el procedimiento pretende conseguir, hasta una comprensión plena de las acciones involucradas y del logro de una meta plenamente identificada.
La idea central es que el alumno aprenda un procedimiento de la manera más significativa posible.
Los principales recurso instruccionales empleados en un proceso de enseñanza aprendizaje de tipo procedimental deben incluir:
-Repetición y ejercitación reflexiva.
-Observación crítica.
-Imitación de modelos aprodiados
-Retroalimentación oportuna, pertinente y profunda.
-Establecimiento del sentido de las tareas y del proceso en su conjunto, mediante la evocación de conocimientos y experiencias previos.
-Verbalización mientras se aprende.
-Actividad intensa del alumno, centrada en condiciones reales donde se aplica lo aprendido.
-Fomento de la metacognición: conocimiento, control y análisis de los propios comportamientos.
El aprendizaje de contenidos actitudinal-valorales
Se ha trato de clarificar en el currículo y en la enseñanza el tipo de valores y actitudes que había que fomentar en las materias curriculares clásicas.
Las actitudes son experiencias subjetivas, que implican juicio evaluativos, que son relativamente estables y que se aprenden en el contexto social. Las actitudes son un reflejo de los valores que posee una persona.
Los valores pueden ser económicos, estéticos, utilitarios o morales. Respecto a este último, los valores morales, son principios éticos interiorizados respecto a los cuales las personas sienten un fuerte compromiso “de conciencia”, que permitan juzgar lo adecuado de las conductas propias y ajenas.
El aprendizaje de las actitudes es un proceso lento y gradual, donde influyen distintos factores: las experiencias personales previas, las actitudes de otras personas significativas y el contexto sociocultural.
Las escuelas deben intentar desarrollar y fortalecer las actitudes de los alumnos, la solidaridad y la cooperatividad, así como también debe procurar el individualismo egoísta o la intolerancia al trabajo colectivo.
Algunas de la metodología y técnicas didácticas que se han demostrado son los procesos actitudinales, las discusiones y técnicas de estudio activo, las exposiciones de carácter persuasivo e involucrar a los alumnos en la toma de decisiones.
Por tanto, la enseñanza no puede centrarse en la recepción repetitiva de información factual o declarativa, sino que se requieren experiencias de aprendizaje significativas, que permitan no solo adquirir información valiosa, sino que indican realmente en el comportamiento de los alumnos, en la manifestación el afecto o emoción moral, en su capacidad de comprensión crítica de la realidad que los circunda, en el desarrollo de habilidades específicas para el diálogo, la auto dirección, la participación activa, la cooperación o la tolerancia.
El aprendizaje de diversos contenidos curriculares
Los contenidos que se enseñan en los currículos de todos los niveles educativos pueden agruparse en tres áreas básicas: conocimiento declarativo, procedimental y actitudianal.
Respecto al conocimiento declarativo, podemos definir el saber qué como aquella competencia referida al conocimiento de datos, hechos, conceptos y principios. El conocimiento declarativo es un saber que dice, que declara por medio del lenguaje. Dentro de éste conocimiento, puede hacerse una importante distinción: el conocimiento factual y el conocimiento conceptual.
El conocimiento factual es el que hace referencia a los datos y hechos que proporcionan información verbal.
El conocimiento conceptual es más complejo que el factual. Ya que se constituye a partir del aprendizaje de conceptos, principios y explicaciones, en este caso no es de forma literal. Sino abstrayendo su significado esencial o identificando las características.
Los mecanismos que ocurren para los casos del aprendizaje de hechos y el aprendizaje de conceptos son diferentes. El aprendizaje factual se logra por
Una asimilación literal sin comprensión de la información, reproducida memorística, y donde poco importan los conocimientos previos.
Para promover el aprendizaje conceptual es necesario que los materiales de aprendizaje se organicen y estructuren correctamente.
El aprendizaje de contenidos procedimentales
El saber hacer o saber procedimental es aquel cocimiento que se refiere a la ejecución de procedimientos, estrategias, técnicas, habilidades, destrezas, métodos, etc. Podríamos decir que es de tipo práctico.
Los procedimientos pueden ser definidos como un conjunto de acciones ordenadas y dirigidas hacia la consecución de una meta determinada.
Tomando como referente a Vallas, durante el aprendizaje de procedimientos es importante clarificarse al aprendiz:
-La meta a lograr,
-la secuencia de acciones a realizar, y
-la evolución temporal de las mismas.
Este tipo de aprendizaje ocurre en etapas:
1-La apropiación de datos relevantes respecto a la tarea y sus condiciones.
2-La actuación y ejecución del procedimiento, donde a la inicio el aprendiz procede por tanteo y error, mientras el docente lo va corrigiendo. En este caso se llega a manejar un doble código: declarativo y procedimental.
3-La automatización del procedimiento.
4-El perfeccionamiento indefinido del procedimiento, no hay final. Se marca claramente la diferencia entre un experto y un novato.
En la enseñanza es importante que los aprendices se confronten con los errores, ya que de ellos también los ayudan reestructurar el nuevo conocimiento. Por consiguiente, hay que revisar las condiciones que limitan o favorecen la realización del procedimiento y las situaciones conflictivas más comunes que se van enfrentar.
Por otro lado, pero en la misma línea, el aprendizaje de los procedimientos, implica un proceso gradual en el que deben considerarse varias dimensiones:
1-De una etapa inicial de ejecución insegura, lenta e inexperta, hasta una ejecución rápida y experta.
2-De la ejecución del procedimiento realizada con un alto nivel de control consciente, hasta la ejecución con un bajo nivel de atención consciente y una realización casi automática.
3-De una ejecución con esfuerzos, de ordenada y sujeta al talento por ensayo y error de los pasos del procedimiento, hasta una ejecución articulada, ordenada y regida por representaciones simbólicas.
4-De una comprensión incipiente de los pasos y de la meta que el procedimiento pretende conseguir, hasta una comprensión plena de las acciones involucradas y del logro de una meta plenamente identificada.
La idea central es que el alumno aprenda un procedimiento de la manera más significativa posible.
Los principales recurso instruccionales empleados en un proceso de enseñanza aprendizaje de tipo procedimental deben incluir:
-Repetición y ejercitación reflexiva.
-Observación crítica.
-Imitación de modelos aprodiados
-Retroalimentación oportuna, pertinente y profunda.
-Establecimiento del sentido de las tareas y del proceso en su conjunto, mediante la evocación de conocimientos y experiencias previos.
-Verbalización mientras se aprende.
-Actividad intensa del alumno, centrada en condiciones reales donde se aplica lo aprendido.
-Fomento de la metacognición: conocimiento, control y análisis de los propios comportamientos.
El aprendizaje de contenidos actitudinal-valorales
Se ha trato de clarificar en el currículo y en la enseñanza el tipo de valores y actitudes que había que fomentar en las materias curriculares clásicas.
Las actitudes son experiencias subjetivas, que implican juicio evaluativos, que son relativamente estables y que se aprenden en el contexto social. Las actitudes son un reflejo de los valores que posee una persona.
Los valores pueden ser económicos, estéticos, utilitarios o morales. Respecto a este último, los valores morales, son principios éticos interiorizados respecto a los cuales las personas sienten un fuerte compromiso “de conciencia”, que permitan juzgar lo adecuado de las conductas propias y ajenas.
El aprendizaje de las actitudes es un proceso lento y gradual, donde influyen distintos factores: las experiencias personales previas, las actitudes de otras personas significativas y el contexto sociocultural.
Las escuelas deben intentar desarrollar y fortalecer las actitudes de los alumnos, la solidaridad y la cooperatividad, así como también debe procurar el individualismo egoísta o la intolerancia al trabajo colectivo.
Algunas de la metodología y técnicas didácticas que se han demostrado son los procesos actitudinales, las discusiones y técnicas de estudio activo, las exposiciones de carácter persuasivo e involucrar a los alumnos en la toma de decisiones.
Por tanto, la enseñanza no puede centrarse en la recepción repetitiva de información factual o declarativa, sino que se requieren experiencias de aprendizaje significativas, que permitan no solo adquirir información valiosa, sino que indican realmente en el comportamiento de los alumnos, en la manifestación el afecto o emoción moral, en su capacidad de comprensión crítica de la realidad que los circunda, en el desarrollo de habilidades específicas para el diálogo, la auto dirección, la participación activa, la cooperación o la tolerancia.
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